Este 7 de enero los abogados y los juristas celebran en España el día de su patrón, San Raimundo de Peñafort. Nacido entre 1175 y 1180, la vida de este personaje (que vivió hasta los 100 años) estuvo marcada por la difusión de importantes textos jurídicos, así como por su persistente labor por instaurar la inquisición en la península y luchar contra la herejía. Hoy, una de las más importantes condecoraciones del mundo jurídico lleva su nombre, la Orden de la Cruz de San Raimundo de Peñafort, que se imparte desde 1944 por el Ministerio de Justicia. Nombres de la talla de Manuel Marchena, Concepción Espejel, Antonio Fernández de Buján, Luis María Cazorla o Manuela Carmena han sido algunos de los agraciados con la distinción.
Inquisidor y jurista
San Raimundo fue un dominico que nació en el castillo de Peñafort, cerca de Barcelona, a finales del silgo XI.
Participó en multitud de asuntos públicos, tanto en España como en el Vaticano, gracias, en parte, a su cercanía al rey Jaime I El Conquistador (1208-1276), y a su empeño incansable de acabar con los herejes. Introdujo y gobernó la inquisición en el Reino de Aragón, y durante más de 35 años vivió como inquisidor y jurista oficial de la Corona, cargo que ejerció desde Barcelona.
Asimismo, en 1223 colaboró con el religioso Pedro Nolasco para crear la Orden de Nuestra Señora de la Merced, con el objetivo de liberar a los cristianos cautivos presos en las prisiones musulmanas, labor por la que se ganó su consideración de patrón de los abogados.
También firmó un Tratado sobre la compra y la venta, con el que intentó regular las relaciones justas entre los comerciantes cristiano, y colaboró con la Santa Sede para la redacción de los «Decretales», la que fue durante siglos la norma jurídica más importante de la Iglesia católica.